El puma (puma concolor) es el carnívoro terrestre más grande que habita en Chile, aunque su tamaño y peso varía según la subespecie y área geográfica.
Este animal también está presente en los bosques y en la historia del Lago Todos los Santos. Les contamos sobre la historia de Pangui.
El puma Pangui estaba como una atracción visual en un restaurant cerca de Ensenada, -a una edad de 2 ó 3 meses aproximadamente- , lo tenían en una jaula muy estrecha que daba lástima. Alberto Schirmer al ver esto, ofreció comprarlo y se lo llevó a Peulla como un gatito más, durmiendo con él y siendo un consentido de todos en Peulla. Creció rápidamente, a los 5 meses ya se mostró muy independiente, y hubo que acomodarle un espacio al exterior de la casa, con árboles, plantas y agua dentro de éste. Le faltó su madre en los primeros meses, por lo que había que alimentarlo.
A pesar de regalonearlo con carne de pollo, de salmón, vacuno…. al tiempo comenzó a decaer y enfermó gravemente. En la Universidad Austral no se encontró el apoyo que se esperaba. Finalmente, un especialista del zoológico de Santiago les enseñó, que un animal salvaje caza su presa y come primero los intestinos ricos en fósforo, esencial para su nutrición. Aprendido esto, debieron acostumbrarse a la nueva manera de alimentarlo. Pangui se recuperó y fue un lindo compañero de juegos con las personas de la comunidad y con los perros que conocía,… a los gatos los observaba, pero estos nunca se confiaron :-).
Estuvo cinco años en Peulla haciendo amistades, una vez reconoció después de varios años a una niña, abrazándola, y dándoles un gran susto a los padres. Al ver que luego el animal continuó caminando junto a ella, ellos valoraron la nobleza del animal.
Cuando salían de excursión libremente, algunas veces se encontraron con jabalís y Pangui jugaba con las crías haciéndoles zancadilla. No le gustaba la carne de jabalí y odiaba a los tábanos. Cuando salían a pescar, saltaba del bote, le gustaba nadar al costado o continuar por la orilla entre la vegetación. Así comenzó a quedarse en la montaña por algunas horas, después fue 1 día, luego dos días, regresando siempre al punto de partida. En una salida al cerro Tronador decidió permanecer en la montaña, quizás porque encontró a una pumita….
Los pumas son animales que hay que proteger, incluirlos en la vida del ser humano, y no pensar que son peligrosos. El puma jamás va a atacar un ser humano si no se siente amenazado; hay que recordar que nosotros invadimos su territorio.
Autor: Gloria Casanova / Alberto Schirmer