El cambio climático es sin duda uno de los mayores desafíos que como humanidad hemos vivido. Algunas consecuencias que ya se están manifestando son: el aumento en la frecuencia de eventos meteorológicos extremos, aumento del nivel del mar y la migración que estos eventos en parte producen. Lo más impresionante, es que hace más de 30 años que leemos sobre estos temas, sin embargo, sólo en estos últimos años, al sentir los primeros efectos, los gobiernos han tomado conciencia y están realizado acciones globales y locales concretas.
En varios artículos de las ya 17 versiones de la Gaceta del Lago Todos los Santos, se ha nombrado una y otra vez la crisis ambiental a la que actualmente hemos llegado. Esta revista ha creado una valiosa fuente histórica sobre temas ambientales que han afectado al sector. Existen numerosos artículos ambientales escritos en tiempos en los que muy pocas personas conocían el término “cambio climático”; tiempos en que muchos científicos dudaban que fuera el actuar del humano el que aumentaba la temperatura de la superficie terrestre; varios atribuían tales cambios a fluctuaciones naturales del planeta o del sistema solar. Hoy en día, después de muchos estudios científicos, varios informes globales de expertos internacionales, ya no quedan escépticos (por lo menos en el mundo de la ciencia). Los estudios científicos, numerosos y variados,son tan evidentes; los datos medidos y modelados son tan obvios que, como resume Astrid Kiendler-Scharr del DKK Alemania y participante del sexto informe sobre el cambio climático del IPCC, se tienen 5 hechos bastante claros:
1- El cambio climático es real.
2- Somos los causantes de él.
3- Los expertos están de acuerdo.
4- Existen peligros.
5- Aun podemos hacer algo.
Quisiera compartir este momento histórico y crítico de nuestro planeta explicando en parte lo relevante de estos informes, haciendo una reflexión sobre los puntos más importantes de él y dando algunos consejos para que podamos mitigar los efectos que podrían afectar el sensible entorno natural del Lago Todos los Santos con el que tenemos la suerte de convivir.
Sexto informe del IPCC [1] [2]
El Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) actualmente está trabajando en el sexto informe de evaluación del cambio climático (IE6). Este informe, que será publicado oficialmente en septiembre 2022, consta de tres grupos de expertos que analizan diferentes temáticas. El grupo uno tiene por objetivo analizar las bases físicas, los conocimientos científicos y observaciones históricas que permiten entender el sistema climático terrestre y sus cambios. Se evalúan evidencias históricas, observaciones científicas, datos medidos y modelaciones futuras, tanto a niveles regionales, como a nivel global. El grupo dos tiene como fin evaluar los impactos del cambio climático sobre los ecosistemas y la biodiversidad regional y global, la vulnerabilidad de estos sistemas y la capacidad de adaptarse a los cambios para crear un futuro sostenible y equitativo. El tercer grupo aborda los aspectos de mitigación del cambio climático a corto y largo plazo, analizando viabilidad técnica, económica y social.
El panel intergubernamental del cambio climático es una organización tanto científica como gubernamental, como se deduce del nombre. La importancia y gran valor de los informes sobre el cambio climático se basa en la alta participación, clara metodología, gran transparencia y aceptación que tienen a nivel internacional, lo que los hace una fuente de información muy confiable.
En el sexto informe participan aproximadamente 760 expertos de 90 países. De estos informes, que son extensos y muy detallados, se crean documentos de síntesis que tienen como finalidad ofrecer información confiable a los políticos para tomar decisiones que conciernen el futuro sostenible de los países y del planeta (SPM). Estos resúmenes finales son discutidos y aceptados por todos los gobiernos de cada país participante. Los informes pueden ser bajados desde la siguiente página:
https://www.ipcc.ch/report/ar6/wg1/#SPM
En agosto de este año (2021) el Grupo Uno publicó un avance del sexto informe de evaluación (IE6) y en varios paneles noticieros la participante chilena Dra. Maisa Rojas del CR2 ha hablado sobre algunos de los gráficos más importantes que se muestran en este avance. Este avance, que es el fruto de 3 años de trabajo de más de 230 personas, representando a 66 países, se basa en aproximadamente 40.000 estudios científicos y tuvo más de 78.000 observaciones a nivel mundial.
En este artículo quisiera comentar brevemente sólo dos figuras que aparecen en el avance y explicar su importancia. Invito a los interesados a bajar el avance para mayores detalles.
El gráfico de la izquierda muestra datos reconstruidos mediante diferentes metodologías pudiendo estimar los cambios de temperatura global de la superficie terrestre en los últimos 2000 años. El cambio se mide tomando como referencia la temperatura promedio registrada en 1850. En esta figura se puede apreciar que el aumento en los útlimos años no sólo se debe a una fluctuación natural. Se observa una alta tasa de incremento de temperatura durante los últimos 50 años aproximadamente (nótese la pendiente de la curva al final). Los datos reconstruidos son promedios
de temperaturas de una década (10 años).
Figura 1: Cambios en la temperatura global terrestre [1]
El gráfico de la derecha, nos muestra desde 1850 datos medidos (es decir reales, no reconstruidos) sobre el cambio en la temperatura de la superficie terrestre. Estos datos son promedios globales anuales (línea negra “observed”). Además, se muestran ahí mismo dos simulaciones, en rojo la que incluye efectos naturales y antroposóficos (producidos por el humano), y la azul que utiliza el modelo quitando el factor “humano”, es decir los cambios de temperatura que se producen por efectos naturales como erupciones volcánicas, variaciones en la orbita solar, etc. Queda en evidencia la concordancia de la modelación con las mediciones registradas.
Otro gráfico interesante muestra los causantes de esta aumento de temperatura, siendo los gases como CO2 y metano los mayores actores, al producir el famoso efecto invernadero. Este fenómeno natural, tan necesario para que podamos vivir en la Tierra, salió de su equilibrio y hace que la temperatura en la atmósfera esté aumentando.
Figura 2: Aporte de diferentes actores al aumento de temperatura [1]
La figura 2.a nos muestra el aumento de temperatura que se ha tenido entre los años 2010 y 2019 con respecto al valor promedio del año 1850. Las barras negras definen rangos de incertidumbre, es decir el valor puede fluctuar entre aproximadamente 0,8 a 1,2°C.
La figura 2.b demuestra que el efecto neto, es decir total se debe a un efecto positivo de aproximadamente 1.5°C proveniente de los gases de efecto invernadero, y que además hay otro efecto del ser humano que produce que la temperatura global disminuya. Un ejemplo, es el caso que algunos gases reflejan la radiación solar antes de ingresar a la atmósfera y evitan con ello que llegue a la superficie terrestre.
En la figura 2.c se ve claramente que el mayor “culpable” del aumento de temperatura de la Tierra es el dióxido de carbono (CO2), que es un producto de la combustión. El segundo mayor factor es el gas metano (CH4). Sin embargo, la gran diferencia es que el dióxido de carbono puede permanecer hasta 100 años en la atmósfera y el metano sólo unos 12 años, lo que hace al dióxido de carbono mucho mas peligroso ya que se acumula por mucho tiempo.
En el avance hay otros gráficos interesantes, por ejemplo uno en el que queda en evidencia la poca información científica y mediciones que se tienen con respecto al tema en nuestro país, sobre todo en la Patagonia. Conclusión a la que llega la Dra. Maisa Rojas después de este avance:
• con clara evidencia científica se puede demostrar que el calentamiento global es producto del ser humano,
• los cambios en el clima se han acelerado,
• los efectos del cambio climático se han observado en todas las regiones del planeta
• ya hay efectos irreversibles (a escala de tiempo del ser humano).
Efectos del cambio climático.
Los mayores efectos del cambio climático son la aparición mas frecuente de eventos meteorologicos extremos, como sequías, lluvias torrenciales, vientos desmesurados y caída de nieve inusual en ciertas regiones. Eventos que se han hecho mas recurrentes en los últimos años sobre el planeta. El
fenómeno natural mas notorio en Chile es la sequía y la reducción de la superficie glaciar.
Estos efectos nos hacen recordar un artículo en la gaceta de Diciembre 1995 en donde Jörn Ohme comenta el inusual año meteorológico 1995, con una sequía hasta comienzos de mayo, luego lluvias torrenciales y mucha caída de nieve durante el invierno. O el artículo de Carlos Winkler quien evalúa
y analiza datos pluviométricos tomados en el fundo Puntiagudo por mas de 30 años y comenta registros sobre crecidas del lago, por ejemplo en 2004 de más de 1m sobre el muelle. Eventos que a futuro podrían hacerse mas recurrentes en el lago.
Chile aparece como uno de los países más vulnerables al cambio climático, sobre todo con la sequía que afectará a la zona norte y centro de Chile. Esto hace suponer también que habrá más migración hacia el sur de Chile. Unido a la mayor accesibilidad a internet hace preveer un aumento en la población de la riberas de los lagos, a lo cual debemos estar preparados. Uno de las consecuencias mas peligrosas de la sequía, también para esta zona, son los incendios forestales, los que no sólo liberan el carbono absorbido por lo árboles a lo largo de los años, si no que además eliminan una fuente de absorción de carbono.
Uno de los cambios irreversibles que ya se ha producido, es por ejemplo, el aumento del nivel del mar en algunas regiones del planeta. Sin embargo, los expertos dicen, que si se cumple con la meta del acuerdo de Paris, en el que los países se compormeten a hacer lo posible para reducir las emisiones de CO2 y evitar el aumento de la temperatura del planeta de más de 1,5°C es posible frenar, o a lo menos relentizar algunos efectos negativos.
La palabra “carbononeutralidad” quiere decir que se emite tanto dióxido de carbono como las plantas y el océano (algas) pueden absorber. Recordemos que las plantas necesitan carbono para su fotosíntesis. Sin embargo, se estima que sólo 50% del CO2 producido por el ser humano es absorbido por las plantas y que se debe mejorar urgéntemente la tecnología para captar el CO2 de ciertos procesos productivos, como en centrales térmicas o industrias con hornos, con el fin de reducir su expulsión a la atmósfera. En el lago se produce este gas al quemar leña y utilizar motores a combustión (bencina, diesel, parafina, etc).
El gobierno de Chile ha desarrollado una política con la que quiere llegar a la carbononeutralidad al año 2050, la cual se resume de buena manera en la siguiente gráfica. Ya se han realizado avances durante estos dos últimos años. Por un lado se ha aumentado notoriamente la generación de energía eléctrica mediante energía eólica y solar, tanto fotovoltaica como térmica. Se ha anunciado el cierre de las centrales a carbón y se ha apostado para desarrollar la industria de producción de hidrógeno verde como combustible, tanto para uso nacional como producto de exportación. Además, se cuenta con un programa de eficiencia energética, tanto en las industrias más contaminantes de Chile (minería, por ejemplo), cómo en las viviendas. En el primer caso se trabaja, por ejemplo, en el uso de celdas de combustible en los grandes camiones de la minería y en el segundo, incentivando uso de paneles fotovoltaicos en casas en el norte y realizando cambios de artefactos de calefacción de leña a electricidad en el sur, entre otras medidas. Toda esta información puede ser leída con mayor detalle en las páginas de los ministerios de enería y medio ambiente [4] [5].
Figura 3: Planes para lograr la carbononeutralidad en Chile. [4]
¿Qué podemos hacer?
Cada persona puede aportar al cuidado del medio ambiente viviendo su día a día de una manera mas sostenible. Debemos hacerlo desde ya, para garantizar un planeta “vivible” para las nuevas generaciones. El entorno del Lago Todos los Santos es privilegiado desde el punto de vista de su patrimonio natural, pero a su vez muy vulnerable si hay aumentos considerables de temperatura,
ya que muchas especies nativas podrían desaparecer.
Prácticamente hay muchas cosas que podemos hacer, pero se puede resumir en: “reducir nuestro consumo”. A continuación les compartimos algunas ideas, las cuáles en parte se comentan con mayor detalle en el blog de la página web de la Cofradía [3].
- Tener viviendas de alta calidad térmica, ya que tendremos que calefaccionar menos y así reducimos el consumo de combustible o leña (aislar techo y paredes, tener ventanas termopanel)
- Tratar las aguas servidas y utilizar productos biodegradables para la limpieza.
- Gestionar bien nuestra basura, separar los residuos con el fin de reciclar en puntos limpios.
- Quemar en estufas sólo papel o cartón, no plásticos. Guardar los plásticos en una botella para reducir el volumen y llevarlos a un punto limpio. Preferir envases de vidrio.
- Reparar o reutilizar las cosas y reciclar materiales. Hacer compost o enterrar los residuos orgánicos.
- Generar energía eléctrica mediante energías limpias (solar, eólica e hidráulica).
- No ingresar especies invasivas, ya sea vegetación o animales que puedan afectar las especies nativas.
- Utilizar lanchas y botes con motores de baja contaminación y preferir deportes sin impacto ambiental.
- La falta de agua en verano puede afectar enormemente el bosque nativo estando muy vulnerable a incendios forestales, por lo que debemos procurar no hacer fogatas.
No quiero dejar de mencionar la importancia que tiene el medio ambiente para el bienestar del ser humano. Cada vez son más los estudios con respecto al beneficio que produce un entorno natural sobre la salud mental de las personas. Este punto ha quedado aun más expuesto luego de estos casi 2 años de pandemia que estamos viviendo. [6]
Por: Miriam Roth
2021
Fuentes:
[1] www.ipcc.ch;
[2] www.de-ipcc.de;
[3] www.lago-todoslossantos.cl;
[4] https://energia.gob.cl/;
[5] https://mma.gob.cl/ ;
[6] Gregory N. Bratman et al; The impacts of nature experience on human cognitive function
and mental health.